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Capítulo 3. La visita

TEMPORADA 1 - EPISODIO 3

Capítulo 3. La visita

TEMPORADA 1 - EPISODIO 3

Emma visita dos de los cuadros que Ursula pintó en el sanatorio. Para ello se cita en Basilea con Cristina, una trabajadora de uno de los museos de la ciudad. Con ayuda de Cristina, Emma comienza a comprender lo que Ursula parecía tratar de representar con sus pinturas.

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Notas de Manuel y Carmen

Basilea

Emma visita Basilea y mientras va en el tren habla de la relación tan estrecha que existe entre esta ciudad y el arte. Para nosotros tampoco pasó desapercibida. Desde que nos bajamos de la estación, nos encontramos las calles forradas con carteles y banderolas de una exposición de Goya que se celebraba en la Fundación Beyeler (aunque el pintor preferido de la ciudad parece ser Picasso, como se deduce de la anécdota real que Sonia le cuenta a Emma). En una extensión de 37 kilómetros cuadrados hay 40 museos. La ciudad ha convertido el arte en parte de su identidad y eso se nota allí donde vayas.

Kunstmuseum Basel

El Kunstmuseum Basel es más pequeño que el Kunsthaus Zürich, pero no tiene nada que envidiarle. Las obras que puedes ver en su interior son impresionantes y también abarcan muchos siglos. La pintura de Kandinsky que Emma y Cristina se detienen a ver, Improvisation 35, está de verdad allí, aunque nosotros tenemos que confesar que la que más nos impresionó fue el Arlequín sentado de Picasso. En la historia insistimos en que los cuadros de Ursula Blum en persona se aprecian de forma distinta porque esa es la sensación que tuvimos delante de todas esas obras que hasta ahora solo habíamos visto en reproducciones.

La Fundación Beyeler

La Fundación Beyeler es el segundo sitio que Emma visita junto a Cristina. Las imaginamos subiendo al mismo autobús que tomamos nosotros para llegar hasta allí desde el centro de Basilea y recorriendo el jardín que rodea el edificio. La exposición que pudimos ver era sobre Goya, pero como imaginábamos a Emma haciendo su viaje unas semanas después que nosotros, ella menciona la de Georgia O'Keefe, que en ese momento ya estaba en preparación. A ella, como a nosotros, lo que más le llamó la atención al entrar fueron los cuatro enormes cuadros de Picasso que hay expuestos en el hall. 

Löwenzorn

Cristina y Sonia comen en el Löwenzorn que es un restaurante cerca de la plaza del mercado. Nosotros comimos también ahí después de nuestra visita a los museos y nos impresionó mucho la decoración típica y las vidrieras de las ventanas. Es el sitio perfecto para sentarte a comentar un misterio.

Zúrich

Emma vuelve a Zúrich para reunirse con Milo, el músico que colecciona las partituras de Ursula Blum. Quisimos que llegara a Zúrich de noche porque así es como vimos la ciudad por primera vez. Antes de llegar al barrio de Milo cruza el Münsterbrücke, uno de los puentes sobre el río que divide la ciudad. Emma se detiene entonces, igual que nosotros, para ver los edificios reflejados en el agua oscura. Una estampa mágica e irreal de la que hicimos pésimas fotos, por la falta de luz, pero que se nos quedó clavada para siempre.